MORPHINE CURA PARA EL DOLOR (Johnky)
“I hear a voice from the back of the room,
I heard a voice cry out you want something good”.
Mark Sandman
La morfina es un analgésico derivado del
opio, utilizado frecuentemente para la anestesia, fue bautizada así por el
farmaceuta alemán Friedrich Wilhelm Adam Sertürner, y cómo no, en nombre y honor
del dios griego del sueño, Morfeo. Pero eso, lector, eso es otra historia. Hoy
quiero presentarle otra clase de Morfina, una que se cuela por cada poro de tu
piel, erizando vellos, relajando músculos; una droga que asalta los oídos
viajando directamente hasta el centro de la calavera, explotando, liberando
cualquier cantidad de endorfinas; convirtiéndose en un material tan poderoso y
placentero que jamás se podrá abandonar, y como su nombre lo indica, inducirá a
un sueño pesado y melancólico; en ocasiones lúgubre y oscuro; sosegado y
tranquilo.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPjmRz5mMtwexRYLuovpy0EBRm_PZ7heSKLemaLmOfPMsmnZgjF9BV9HbvdoDAeqQzQoGjIQ8n4H7EerXggmawm9PLVGU-CwC6BRDyoqkeD4p_OPZcRZQlW5uLSYZwtrCmb1K0rIquliE/s400/tumblr_lohacmhUdJ1qjsku1o1_500.jpg)
La banda a lo largo de su trayectoria
(1989-1999) siempre obtuvo excelentes críticas por parte de los medios
especializados, pero nunca, tal vez, el reconocimiento que merecían por parte
del público y la radio; claro, su natalicio coincide con el de la era “Grunge”,
y esta pequeña banda alternativa, de propuesta distinta a todo ese
mercantilismo “mainstream” de la época, fue relegada a las profundidades
sonoras. Ellos, lejos del descontento, lo preferían así; escogiendo pequeños
lugares para hacer las presentaciones, buscando siempre tener una conexión con
el público asistente, pequeños grupos de “distintos” que de antemano o no,
conocían, sabían lo que estaban a punto de presenciar. Sumado a todo lo
anterior, Sandman, cantante y compositor, sujeto de energía e ideas inagotables,
responsable de todo este barullo, cantaba con una voz apagada, casi hipnotizante;
letras que él mismo escribía, letras cargadas de poesía, tristeza, nostalgia y
recuerdos; letras que evocan el espíritu beatnik
de Kerouac, Ginsberg y compañía. Pedazos de canciones viajeras como el
mismo Sandman, repletas de ritmos y sonidos que trasportan a bares de sótano
impregnados con humo de cigarrillo quemándose en los labios, cubriendo los
rostros de toda clase de parias y autoexiliados en busca de una mujer, de
olvidar por un rato el pesado paso de la vida, en busca de una cura para el
dolor de la triste y gris realidad, del tedio y el desasosiego que aparecen
cada mañana al despertar.
En el corto tiempo que alcanzaron a estar
juntos, Morphine lanzó cinco discos de estudio: “Good” (1992), “Cure for Pain”
(1993), “Yes” (1995), “Like Swimming” (1997) y “The Night” (2000). Todos de
gran calidad en sonido, letras y sobretodo experimentación. Lastimosamente (o tal
vez no), esta prometedora carrera se vio interrumpida en la noche de un sábado,
3 de julio de 1999, en Palestrina, Italia, durante la celebración de un pequeño
festival, en el cual la banda participaba. Sandman de 47 años cae fulminado por
un ataque cardíaco en plena función, justo en el comienzo de uno de sus grandes
temas: “Super Sex”. Así, junto a la vida de Sandman, el fuego de la banda se
extingue dejando un legado musical invaluable y quizás único.
Póstumamente
en el año 2000 sale el quinto y último álbum: “The Night”, el cual había sido
editado antes de la muerte de Mark. Dana Colley y Jerome Deupree, integrantes
originales, en 2009 deciden reunirse junto a Jeremy Lyons a quien delegan la
difícil tarea de remplazar al extinto Sandman fundando el proyecto “Vapors Of
Morphine”, y así, interpretar de nuevo en vivo, la música de la desaparecida banda. En 2011, Robert
Bralver y David Ferino sorprenden con “Cure
For Pain: The Mark Sandman Story”; documental sobrio y obligado para
cualquier adicto a esta banda que quiera
saber un poco más sobre la vida y el mundo de Mark y Morphine. Éste fue
desarrollado a través de entrevistas a sus compañeros de banda, familiares,
allegados y músicos conocidos; creado a partir de imágenes tomadas de viejas films caseros, presentaciones en vivo o
material inédito rescatado de los archivos. En el fondo, las imágenes siempre
son acompañadas por la música de la banda agregándole matices y dramatismo.
Por tanto, no se puede pasar por alto el
invitar a propios y extraños dejarse caer en los efluvios anestesiantes de Morphine,
porque en palabras del mismo Sandman: “Someday
there'll be a cure for pain./That's the day I throw my drugs away”.
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