CON 5.000 PESOS EN LA CARTERA Y 150 AÑOS DE POESÍA CERTERA (Urraca)

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Hace 150 años, el 27 de noviembre de 1865, nació en Bogotá, en el seno de una familia formada por Ricardo Silva Frade y Vicenta Gómez Diago; el poeta colombiano José Antonio Asunción Silva. Tuvo cinco hermanos, tres de ellos murieron muy jóvenes, quedando solo su hermana Elvira, quien fue su gran amiga y confidente durante toda su vida.

José Asunción Silva cursa sus primeros grados escolares en el año de 1869, en el Liceo de la Infancia dirigido por Ricardo Carrasquilla. En el año de 1871, él continúa sus estudios en el Colegio de San José de Bogotá, el cual dirigía Luis María Cuervo. Posteriormente, abandona sus estudios en el año de 1879, para comenzar a trabajar en el almacén comercial de su padre, en el cual se vendía cualquier cantidad de artículos de valor, objetos lujosos y suntuosos. Allí empieza a escribir las poesías que más adelante recopilaría en el libro Intimidades, publicado en 1977.

Un hecho relevante que sin duda marcó su infancia y juventud, fueron las tertulias literarias organizadas por su padre, a las cuales asistían escritores costumbristas como José Manuel Marroquín, Salvador Camacho Roldán, Ricardo Carrasquilla, entre otros. Rafael Pombo, célebre escritor, fabulista y diplomático colombiano; hace llegar un ejemplar El cuervo de Edgar Allan Poe al joven Silva, por medio de su padre; texto que sin duda marcaría sus gustos poéticos y literarios. La relación con Rafael Pombo y con el novelista-poeta Jorge Isaacs (personaje ilustrado en el actual billete de 50.000 pesos), fue considerada como una de las más significativas, duraderas y fecundas amistades; tanto para José Asunción Silva como para su hermana Elvira, a quien le escribió y dedicó su primer poema en 1875, llamado Primera Comunión, en conmemoración a dicho evento.

El 6 de enero de 1891, Elvira cayó enferma de neumonía, y falleció cinco días después. La muerte de ella fue, tal vez, el golpe más fuerte sufrido por José Asunción hasta entonces. Cubrió el cadáver de su confidente hermana con lirios y rosas, y lo ungió con perfumes. Entre las palabras y frases que se escribieran en honor de Elvira Silva, destacan la carta hecha por Jorge Isaacs y uno de los más famosos poemas compuestos por José Asunción: Nocturno III, del cual se halla presente un fragmento en el reverso del actual billete de cinco mil pesos colombianos. 


VIAJES: Navegando entre tinta, mar y sangre. 

Luego de los trágicos y tristes acontecimientos en la vida del poeta colombiano, él viaja a finales de octubre de 1884 a Paris, con el objetivo de continuar sus estudios, invitado por su tío-abuelo Antonio María Silva Fortoul, quien muere antes de que José Asunción llegue a Europa. Los planes académicos del joven poeta se ven frustrados, el viaje adquiere entonces, propósitos comerciales por encargo de su padre. Durante esta época, el naciente poeta colombiano, lee ardua y continuamente, vive con intensidad las costumbres y estilo de vida europeo; además, entra en contacto con importantes personalidades culturales del fin de siglo, tales como el pintor Gustave Moreau, y celebres escritores franceses de la época: Stéphane Mallarme, Maurice Barrès, Paul Borget y Ernest Renan; personajes que tendrían enorme influencia en su trayectoria intelectual. José Asunción visita además Suiza, Bélgica, Holanda e Italia. Estos viajes marcarían un rumbo diferente tanto a su vida misma como a su poesía.

En el año de 1886 regresa a Bogotá transformado en un dandi  parisino; allí se pone a cargo de los negocios comerciales de su padre, quien muere en junio de 1887. El negocio familiar terminaría en bancarrota unos meses después de la muerte de su progenitor. Pese a las adversidades presentes en el poeta, éste enfrentó con buen semblante y talante la crisis económica que aquejaba su vida y la de su familia; hasta tuvo ánimos y fuerzas para iniciar la redacción de su novela De Sobremesa.  Años más tarde viaja a Venezuela, allí ejerce el puesto de secretario de legación en la ciudad de Caracas, afianza su estilo literario y logra relacionarse con numerosos artistas, entre ellos, los redactores de El Cojo Ilustrado y Cósmopolis. En enero de 1895, en su viaje de regreso a Colombia, el barco naufragó frente a Barranquilla, lo que originó la pérdida de sus manuscritos y gran parte de su obra literaria. Después de este desafortunado suceso, Silva intentó reescribir algunas de las obras y solventar su situación económica, estableciendo una fábrica de baldosines, la cual fracasó desafortunadamente.

La vida amorosa del poeta siempre fue un misterio, divagando entre múltiples y descabellados rumores que oscilan desde su afeminamiento hasta la existencia de una hija secreta y, pasando por la infamante historia del amor incestuoso con su hermana Elvira.

José Asunción Silva acabó con su vida, el 24 de mayo de 1896, a la edad de 31 años. Se cuenta que pidió a su médico la localización exacta del corazón. A la mañana siguiente, fue encontrado muerto con un disparo en dicho órgano. Su entierro fue ejecutado en el Cementerio central de Bogotá, específicamente donde se localiza el muro a los suicidas. Aún se conserva un mausoleo en memoria a él y a su hermana Elvira.


SILVA Y OBRA,
VIDA Y PROSA…

La obra de José Asunción Silva, a quien suele reconocérsele como el gran iniciador del modernismo en Hispanoamérica; no es muy extensa. Su poesía es excepcional y con características muy singulares, en éstas se nota una esencia posromántica, mezclada con un carácter de elegía poderosamente influido por el estilo de Gustavo Adolfo Bécquer y Edgar Allan Poe. En su poema Las Ondinas, se anuncia el tono general y diferenciador: una obra de gótico romanticismo, de textos lúgubres llenos de misterio, lunas y muertos; así era el mundo poético de José Asunción Silva; un lugar húmedo, con neblina, trágico y roto.

Su estilo está fuertemente marcado por el romanticismo, así lo demuestra su libro Intimidades, el cual contiene poemas escritos entre los 14 y 18 años de edad. La obra incluye 59 composiciones (por lo menos dos de ellas en forma fragmentaria), entre las cuales, más de 33 permanecen inéditas. El libro Intimidades, constituye, tal vez, la fuente más rica de la obra en verso del poeta colombiano; los poemas solo fueron recopilados y publicados en su totalidad en el año de 1977.

Sus obras líricas conocen una edición póstuma con El libro de los versos (publicado en 1923), considerada como la obra de mayor relevancia en la producción literaria del poeta; lo mismo que su novela De sobremesa (publicada en 1925). Otro libro unitario en la obra de Silva, lo constituye Gotas amargas, en esta obra las intenciones poéticas del poeta son diferentes y de claro contenido satírico.


BILLETE DE $5.000: Más allá del dinero se encuentra la inmortalidad.


A partir del 22 de septiembre de 1995, se dio la circulación de los billetes de cinco mil pesos colombianos, con lo cual se inmortaliza y rinde homenaje hasta el día de hoy, a una de las figuras más grande de la poesía colombiana: José Asunción Silva. La persona encargada del diseño de los principales motivos de este signo monetario, fue el maestro diseñador Juan Cárdenas (1978), ferviente admirador de la vida y obra del poeta. Por encargo del Banco de la República en conmemoración del centenario de la muerte Silva, el maestro Cárdenas estampó en el arte del billete de cinco mil pesos, el rostro del poeta, ornamentándolo con múltiples detalles inspirados por el ambiente y clímax acaecido en su poema Nocturno III.

En el año 2016, al iniciar el reemplazo del diseño de los billetes colombianos utilizados hasta entonces, la imagen de José Asunción Silva será la única que permanecerá, incluso en la misma denominación monetaria que viene ocupando hasta el momento. El anverso incluirá la imagen del poeta, y el reverso mostrará los páramos colombianos, ecosistemas de una riqueza inigualable.

El diseño actual del billete de $5.000 recopila múltiples detalles característicos del estilo propio de Silva, alusivos a la naturaleza, la noche, las sombras y la misma muerte. Tomen este papel moneda y busquen la rana, la luciérnaga y demás elementos naturales, a los cuales hace alusión en el poema Nocturno III, del cual se haya grabado un fragmento en un monumento con una copa, en el mismo billete:


“…Y se oían los ladridos de los perros a la luna, a la luna pálida, y el chillido de las ranas…”
“…Una noche en que ardían en la sombra nupcial y húmeda las luciérnagas fantásticas…”
 Fragmentos extraídos del poema Nocturno III.



También se encuentran allí dos plumas de ganso que hacen alusión y honor al oficio del escritor. Se observa también a la luna, al bosque y a Elvira, que también forman parte del poema ya mencionado. Tomen el billete por el reverso y unan ambos costados entre sí ocultando el paisaje de fondo, y notaran que se forma una copa, detalle alusivo a las noches de letras y alcohol. Otro detalle significativo, lo hallarán ubicando el rostro del poeta literalmente boca arriba, y uniendo  las partes laterales desde atrás y hacia el frente, y notaran como se forma un corazón (referencia inmediata a su suicidio), ornamentado con un par de plumas y dos símbolos en la parte superior.




"Puestos a elegir uno de los muchos sarcasmos con que el destino se mofa de nosotros, me quedo con el caso de José Asunción Silva. A éste insigne poeta sólo le quedaban, de su en otro tiempo boyante patrimonio, diez pesos en la cartera antes de pegarse un tiro en el corazón (un médico le pintó el lugar exacto de ésta visera para que no fallara) allá por el año de 1896; y ahora son miles de billetes que llevan su efigie impresa por todos los rincones de Colombia".

Así cita el escritor español Mario Pérez Antolín sobre la poética y paradójica vida del poeta colombiano. Un hombre que siempre estuvo acompañado por letras melancólicas y sucesos de fuerte vía. Un ser que naturalmente poseía un alma solitaria y amarga, la cual lo llevo a viajar, buscar y conocer sus más profundos miedos sumidos dentro de sí; y quizá por esto mismo, un día decidió enfrentarlos y acabarlos de una vez por todas acompañado por su melancolía; con un arma apuntando a su corazón y una pluma en mano con dirección a un pergamino en blanco, los cuales siempre fueron su razón.

¡Feliz aniversario y cinco mil más!




Poema por José Asunción Silva:


NOCTURNO III
    
Una noche
una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas,
    una noche
en que ardían en la sombra nupcial y húmeda las luciérnagas fantásticas, 
a mi lado lentamente, contra mí ceñida, toda, 
          muda y pálida
como si un presentimiento de amarguras infinitas,
hasta el más secreto fondo de las fibras te agitara,
por la senda florecida que atraviesa la llanura florecida
          caminabas,
          y la luna llena
por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca,
          y tu sombra
          fina y lánguida,
          y mi sombra
por los rayos de la luna proyectada
sobre las arenas tristes
de la senda se juntaban
          y eran una
          y eran una
y eran una sola sombra larga!
y eran una sola sombra larga!
y eran una sola sombra larga!

          Esta noche
          solo, el alma
llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
separado de ti misma,  por la sombra, por el tiempo y la distancia,
          por el infinito negro
          donde nuestra voz no alcanza,
          solo y mudo
          por la senda caminaba,
y se oían los ladridos de los perros a la luna,
          a la luna pálida,
          y el chillido
          de las ranas,
sentí frío,  era el frío que tenían en la alcoba
tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,
          entre las blancuras níveas
          de las mortuorias sábanas!
Era el frío del sepulcro, era el frío de la muerte
          era el frío de la nada...
          y mi sombra
por los rayos de la luna proyectada,
          iba sola,
          iba sola
          ¡Iba sola por la estepa solitaria!
          y tu sombra esbelta y ágil
          fina y lánguida,
como en esa noche tibia de la muerta primavera,
como en esa noche llena de murmullos de perfumes y de músicas de alas,
          se acercó y marchó con ella
          se acercó y marchó con ella,
se acercó y marchó con ella... ¡Oh las sombras enlazadas!
¡Oh las sombras que se buscan en las noches de negruras y de lágrimas!...

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