MEMORIAS DE LA NEURO: LIMBO TEMPORAL PARA PRE-A-FRONTAR EL PENSAMIENTO PARIETAL (Mb-6v!)

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Abrimos cabezas todos los días. Algunas veces encontramos algo, y es interesante. Nuestra tarea, retornar la paz del pensamiento y el estado físico. Tortura lenta de mucha sangre y horas sin dormir. Buscamos los defectos de las personas que no pueden mover sus cuerpos y sienten como no sienten; de las que han perdido su lenguaje y se esconden bajo la lengua; de quienes convulsionan batiendo con desespero la corriente; de quienes piensan mal o ni siquiera piensan; de muchos otros que tienen un mal en su cabeza, para sacarlos de allí, y retornar el equilibrio más próximo.
No somos muchos, ni más de uno. Tenemos manos que crecen y hacen cuantiosos esfuerzos, y nuestros ojos, esos que no lo ven todo, pero si lo preciso. No nos sirven para dormir.

Nos equivocamos muchas, cuántas veces, y si ese cuerpo no responde, también nos equivocamos. Sabemos del universo como un cerebro. Mucho por respirar.
Encontramos una vez una “caja”, la primera, en región pre-frontal, “el misterio”, aquella persona pensaba mal desde hace unos meses, había que dejarla intacta, deshacerse de los escombros que estorbaban y esperar a que se guardara a sí misma, ella pudo verse mejor.
Destapamos cráneos, despertamos luego a las personas y son ellas, con la cabeza abierta, quienes nos dicen donde les pica, donde hay que rascarlas, cómo hay que curarlas. A veces ahí, la caja, llena de misterios.

Debemos lobotomizar a los escandalosos del cuerpo muchas veces, esos que sufren meciéndose violentamente desde su calma. El mal ése, es como otra caja, rota y con defectos que corroen parte del cerebro que controla los movimientos, esa caja, sucia, hay que sacarla muchas veces. La persona aunque con menos, consigue más, no es necesario un cerebro gigante.
Hay misterios que no se resuelven abriendo cráneos, ni mirando el cerebro al microscopio con tintes específicos. El misterio es más grande, ¿cómo cabe una persona dentro de la cabeza? Se mete por los ojos, sí, en serio, y por el oído, y las manos, boca, nariz, por todas partes. Somos producto de la interacción con el medio, eso que vemos, sentimos, lo primero, la luz del mundo éste, nos da la primera reacción.
Nacemos con algunos reflejos básicos para sobrevivir, como el de succión para sacar todo el jugo de las mama(á)s; el de aprehensión, de agarrarlo todo con manos y pies para reconocer, investigadores junior; el de la marcha, que sin caminar aún queremos dar pasos gigantes y llegar lejos, y escribir en la Revista Dimensiones;  el de la boca, todo a ella, ningún juguete u objeto de pequeños, se salvó de nuestra baba infantil; entre tantos reflejos. Todas estas perspectivas y experiencias, conducen cambios en nuestra masa primitiva, en ese cerebro recién gestado, para advertirnos que el mundo sabe a plástico, leche, monedas, a nada muchas veces, que se ve y oye. Estos reflejos se pierden luego de tener juicio sobre lo que ya hemos probado utilizándolos, y que se ha fijado por el placer que nos produjo dicho acto en alguno de esos momentos.  Aunque no siempre desaparecen, sabe uno que la succión sigue siendo importante, como llevarlo todo a la boca.

Esto desembocó, sobre todo al que ocupa mi cabeza, a encontrar misterios “encajados” como los que a diario topo en las cabezas enfermas, y en las que lo más importante es dejar la caja intacta, como el misterio de ser persona, al menos para sí mismo.

1 comentario :

  1. Me gustaría saber si puedo hacer contacto con la persona que escribió el articulo este es mi e- mail ditalinek@yahoo.com.mx o facebook Universos Andantes, intento escribir y estudio biología...
    por otro lado el artículo esta buenísimo, vasto¡¡¡¡ generador de una sacudida...

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