SUEÑOS: EXCESOS DE REALIDAD (Urraca)
Unknown
10:56 p.m.
DIMENSIÓN 25
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Dimensiones Revista Literaria
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Extroducciones
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Urraca
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EXTRODUCCIÓN 11Durante la etapa del sueño, el sistema nervioso se encuentra sumido, alterado, seducido y continuamente excitado por múltiples efectos y causas interiores; los órganos se dan a “la fuga” y se ponen en actividad. La sangre se arremolina en torrentes de impetuosa revolución, el cuerpo experimenta un nuevo orden en una nueva posición: la horizontal, y debido a esto surgen sensaciones en el ser de diversas maneras, tanto exteriores como interiores.
Si cerramos los ojos, nuestro cerebro crea y recrea una multitud de impresiones de luz, una gama vasta de colores y una simultaneidad de efectos acompañados de figuras amorfas y determinadas. Así mismo, el sueño recrea en nuestro interior vivencias, colores, representaciones, tramas, comportamientos personales y ajenos, impresiones visuales, paisajes y personajes. Es como si por medio del sueño actuara en nosotros otro ser, un resultado de una mezcla comprendida entre un ser ajeno y conocido, entre alguien físico y metafísico, entre un yo con sus propias vivencias y percepciones, y otro yo con sus comportamientos y experiencias inmediatas. Este es un momento hermoso y único que podemos considerar como pórtico y camino, que nos ofrece las ventanas a un nuevo mundo del que podemos indagar segmentos y secuelas de nuestra existencia de una manera personal, subjetiva y muy propia.
Caprichosos y confusos son los sueños, confundiendo en múltiples ocasiones nuestra razón respecto a los puntos de semejanza y contraste de ese mundo metafísico y netamente interior representado en sueños; con el mundo de la realidad en el cual poseemos herramientas más sólidas, para levantar desde éstas nuestras definiciones y razones de existencia. Considero que comúnmente la ruta de la vida tiene notable influencia y profunda relación con los sueños del hombre. Las conclusiones acertadas o erróneas más habituales que el hombre deriva de los sueños, tienen una forma de legitimidad; me refiero con esto, a que la adaptación de una interpretación o conclusión de un sueño, aplicada a la vida misma del soñador; genera un efecto, una esencia misma y verdadera, una experiencia próxima que se relaciona directamente con lo natural, con la unidad interior, con el espíritu libre que no aprende a conocer, sino por frecuentes “revelaciones” exteriores e interiores.
Entre las cosas que puede llevar a un soñador a la conclusión propia y subjetiva, derivada de los sueños, debemos enumerar el hecho de reconocer que lo ilógico y fantasioso es necesario a los hombres, y que de éstos se derivan muchos bienes. Está esto tan sólidamente anclado en las pasiones, en los sueños, en el idioma, en el arte, y generalizando, en todo lo que da valor a la vida; que el hombre no se puede desprender de ellas sin causarle un incurable perjuicio.
Aún los hombres más escépticos, lógicos y poco soñadores tienen necesidad de volver a sí mismos, a su interior, a su fantasía, a la Naturaleza profunda y única, a sus sueños, es decir, regresar a ese mundo donde su relación fundamental con todas las cosas, es libre e ilógica.
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