DE LOS DOLOROSOS Y LOS GOZOSOS EN LO DESCONOCIDO (Urraca)
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2:59 p.m.
DIMENSIÓN 11
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Urraca
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Editorial 11“Nada teme más el hombre que ser tocado por lo desconocido”. Es un temor diferente, es un tipo de impulso que no conoce o no sabe representar, un trazo indefinido en su corta realidad, amorfa y sin figura definida que lo obliga a huir de la realidad, incluso a repudiarla u odiarla. Ese miedo se convierte en una presencia que él no logra concretar ni disociar dentro de un marco completo de unidad; quizás busque definiciones a éste, su enigma, en la naturaleza, en el mismo hombre, en el lenguaje, lo cual hará que se encuentre con múltiples verdades y a su vez en laberintos; la lucha consistirá entonces en sostener todo este mundo nuevo, -motivado o no- por el trazar de su vida.
Los diversos sentimientos que suscitan en el hombre, el temor, la pasión, la angustia, la desazón humana, entre otras; nacen quizás en torno a la relación que él hace entre los fenómenos comprensibles y los que no lo son, estos últimos tejen variados tipos de personificaciones e interpretaciones maravillosas, (propias pero maravillosas) que hacen que sus sensaciones de miedo y angustia, sean tan propias y naturales dentro de una raza cuyo concepto, quizás, pueda ser tan elemental como nuestra experiencia única y limitada en este mundo.
La ciencia y la filosofía han tratado de suplir esos haceres irrepresentables a través del delirio de las clasificaciones, de las leyes, de la identidad, como si bastara un simple nombre, un género o una familiaridad de conceptos para comprender todo un mundo que rodea un acto, una palabra, un sentimiento, una sonrisa, y romper a su vez, con esa angustia acuciante del ser de la que habla Heidegger en su obra: “Ser y Tiempo”.
En muchos pasajes de la vida, el temor es tan agobiante, desconocido e intangible, que somos incapaces de expresarlo con palabras, de comunicarlo e incluso de transmitirlo.
Michael Foucault, en su famoso ensayo “Las palabras y las cosas” (1997), hablaba de cómo habíamos perdido la capacidad de referir a través del lenguaje. Las palabras se opacan entonces, no aflora ni refulge el poderoso aroma de su presencia. Se vuelve más poderoso el temor que la palabra misma, piensa entonces el hombre que en su anodino silencio encontrará paz, sosiego y tranquilidad. Incluso –porque no- sumido en esta condición de aislamiento y temor, encontrar, paralelamente a lo que venimos describiendo, placer y voluptuosidad.
Bajo esta lógica, en la cual exponemos una pérdida del lenguaje por medio de los temores y agobios personales; podemos concluir entonces, (partiendo desde este tipo de hombre) una pérdida de contacto e interacción con el mundo, nadando entonces vagamente en una cantidad prolifera de abundantes signos que quizás aclaren más “nuestro mundo interior”, o caso omiso lo confundan más, múltiples lenguajes y simulaciones que el mismo hombre crea a partir de lo real.
Todo hoy es percibido desde una galaxia de códigos y signos, por una hiperestructuración en la mirada, en el lenguaje mismo y en cada intento de pensar lo real. Aquí en este punto donde se encuentran diversas teorías, pensamientos y alegrías; también se encuentran temores, agobios y desdichas.
DE VUELTA A CASA (Urraca)
Esa noche más que nunca quería llegar y ver a su esposa, así que bebió su “último trago” y salió del bar decidido y ansioso, al encuentro con ella. La calle estaba llena de voces, risas y gritos, todo se entremezclaba y formaba un solo bloque lleno de caos, disonancias, ruidos y colapso auditivo.
Caminó hasta la esquina, se detuvo un instante y encendió un cigarrillo. Sabía perfectamente lo que le esperaba unos metros adelante y trató de asimilarlo con calma. Todo estaba dentro de lo planeado, salvo una lluvia ocasional que hizo más lúgubre e íntima aquella calle. Se acercó hacia un par de hombres que lo esperaban ansiosamente. “¿Dónde está tu esposa?” – le preguntó uno de los hombres, vestido de gabán, de altura media y ojos saltones. “No la traje”, respondió nuestro hombre. “¿Cómo es posible?, maldito infeliz, ese no era el trato, acordamos perfectamente que yo te daba el dinero que me pediste y tú me traerías a tu mujer, para yo hacer con ella lo que me plazca, ¿por qué incumples nuestro acuerdo? ’’.
“Sé perfectamente lo que acordamos, pero no resistí los deseos de comentar el asunto a mi esposa; es cierto teníamos problemas de dinero y necesitábamos pagar urgentemente las deudas. Le comenté del trato que hice contigo y se rehusó totalmente a quedar a disposición tuya, le dije que ya había hecho el acuerdo y que nuestras deudas ya estaban saldadas, que ya “podíamos morir en paz”; pero debido a que el dinero me lo entregaste tú, tenía que cumplir mi parte del trato y traerla contigo, sin embargo ya ves… no lo hice”. ¿Por qué no la trajiste entonces maldito bastardo?- gritó lleno de rabia y con desespero el hombre del gabán.
“¡Ya te lo dije!, ella se rehusó, así que me propuso una forma excelente de salir del embrollo y yo acepté. Ahora mismo me dirijo hacia el lugar donde ella está”. El pequeño hombre, desesperado, extrajo de su gabán un revólver y le apuntó en medio de sus ojos. “No irás a ningún lado, maldito infeliz – le dijo -, morirás aquí mismo y a fin de cuentas no ganarás nada, por tu esposa iré luego, pero tú morirás ahora”.
Nuestro hombre tiró su colilla de cigarrillo al suelo y la pisó con la bota de su zapato contra el mojado asfalto, miró al hombre del gabán a los ojos y le dijo: “Eres un total estúpido, si creíste alguna vez, que la traería contigo, sin embargo te debo dar las gracias, primero que todo por el dinero y, segundo, por el pasaje de ida hacia el lugar donde esta mi mujer, deseo mucho verla y ella a mí también, ten la certeza que tanto ella como yo te lo agradecemos infinitamente, será lo último que hagas por nosotros, jamás nos volveremos a ver”. Dicho esto, se volteó y salió afanosamente (y muy feliz), a correr calle abajo, el hombre del gabán disparó cuatro veces su arma contra la espalda de nuestro hombre y éste cayó boca abajo, muriendo ipsofacto en medio de la calle y de la ocasional lluvia.
APLAUSO ÍNTIMO A LA SOMBRAS DE LA NOCHE (Mb-6v!)
Uno despierta tarde, a veces por el insomnio-secuestrado, obligado a subir las escaleras que conducen a la azotea para tomar el sol en su última penumbra, y salvar lo poco del día. Allí, le busca formas quiméricas a las nubes del ocaso, medica su despeine en un sepia crepuscular, cuenta la trágica aparición de las estrellas, y quizás, algunas veces, alcanza para contar la luna y disfrutar de un vuelo terminal y gallinazo. Aún no se avista la buenaventura del sueño despabilado, pero hay aliento para abrazar la noche literaria. Un poema para preparar la cena. Demasiadas figuras y paisajes, cálido erotismo para dibujar el fuego al lado de un sillón inventado. Tiernas manos que crecen de los libros, y pasan las hojas con elegancia. Ya no hay tanta noche. La tranquilidad es un eclipse entre las letras y el deleite. Las verdades viajan a su sueño y dejan la ficción errante, que conspira disimulante para alargar esa siesta, para intentar su fiesta, por el coma y su libertad. La mañana lagañosa es un mito que alborea en afonía, la realidad es la noche que serenamente solfea, sin tonos, sin sol, abrumando el arrullo que nos secuestra de la vida.
¡Colosal sinfonía!
Van creciendo las sombras y uno no amanece, uno despierta tarde, en otra tierra con la misma cabeza, a veces porque el día mata y la noche es fantasía, o porque sí.
TRAGEDIA I
Por: Mb-6v!Al día siguiente, tomó su cuaderno para recordar lo que había sucedido las noches anteriores, hallándose muerto entre sus líneas. No hubo más que desconsuelo y paciencia para su amnesia.
HENRY MILLER (Johnny C.)
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2:50 p.m.
DIMENSIÓN 11
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Dimensiones Revista Literaria
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Escritores invitados
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Escritor norteamericano de agudo sentido, uno de los principales exponentes e impulsadores de la “beat generation”. Poseedor de una prosa rebelde, apartada de la novelística cotidiana; con el espejo de la cruda realidad en su narrativa, de ágil observación, crudeza, sexualidad, vanguardismo, anarquía y por sobre todo cargada de una espiritualidad poéticamente ardiente. Escritor de la ciudad, las putas, el vino, el sexo y la obscenidad desenfrenada. Antes que, Burroughs, Bukowski, Kerouac o Ginsberg. Miller ya escupía su desfachatez e inconformidad con una sociedad puritana y dócil, que difícilmente aceptaba sus ideas; condenándolo al mismo tiempo de pornógrafo y amoral. Cierto o no, Henry Miller con el paso del tiempo se ha convertido en un enorme exponente de la literatura del siglo XX. Tal vez el lector incauto encuentre en sus libros un cúmulo prolífico de paisajes, bohemia y sexualidad o simplemente asqueado, abandone despavorido sus lapidarias páginas.
Fragmentos extraídos de: Trópico de cáncer
“Estamos ahora en el otoño de mi segundo año en París. Me enviaron aquí por una razón que todavía no he podido desentrañar. No tengo dinero, ni recursos, ni esperanzas. Soy el hombre más feliz del mundo. Hace un año, hace seis meses, creía que era un artista. Ya no lo pienso, lo soy. Todo lo que era literatura se ha desprendido de mí. Ya no hay más libros que escribir, gracias a Dios. Entonces, ¿éste? Éste no es un libro. Es un libelo, una calumnia, una difamación. No es un libro en el sentido ordinario de la palabra. No, es un insulto prolongado, un escupitajo a la cara del Arte, una patada en el culo a Dios, al Hombre, al Destino, al Tiempo, al Amor, a la Belleza... a lo que os parezca. Cantaré para vosotros, desentonando un poco tal vez, pero cantaré. Cantaré mientras la palmáis, bailaré sobre vuestro inmundo cadáver”...
“Todo mi ser respondía a los dictados de un ambiente que no había experimentado nunca; lo que podría llamar mi yo parecía contraerse, condensarse, escapar de los límites antiguos y habituales de la carne cuyo perímetro conocía sólo las modulaciones de las extremidades nerviosas. Y cuanto más sustancial, más sólido se volvía mi centro, más delicada y extravagante aparecía la realidad inmediata, palpable, de la que iba quedando separado. En la misma medida en que me volvía cada vez más metálico, la escena que se producía ante mis ojos iba adquiriendo mayor amplitud. La tensión era ya tan intensa, que la introducción de una sola partícula extraña, aunque fuera una partícula microscópica, como digo, habría hecho añicos todo. Por una fracción de segundo quizá, experimenté esa claridad total que, según dicen, el epiléptico tiene el privilegio de conocer”…
“En un tiempo pensaba que ser humano era el objetivo más alto que podía tener un hombre, pero ahora veo que estaba destinado a destruirme. Hoy me siento orgulloso al decir que soy inhumano, que no pertenezco a los hombres ni a los gobiernos, que no tengo nada que ver con credos ni principios. No tengo nada que ver con la maquinaria crujiente de la humanidad: ¡pertenezco a la tierra! Digo esto con la cabeza reclinada en la almohada y siento los cuernos que me brotan en las sienes. Veo a mi alrededor a todos esos antepasados míos bailando en torno a la cama, consolándome, incitándome, flagelándome con sus lenguas viperinas, sonriéndome y mirándome de reojo con sus siniestras calaveras. ¡Soy inhumano! Lo digo con una sonrisa demente, alucinada, y seguiré diciéndolo Aunque lluevan cocodrilos”…
AMÉRICA LATINA "EL VIAJE DE LA VIDA" (Johnny C.)
Domingo 15
Llevamos cinco años en esto, estoy cansada de tanto peregrinaje; de tanto movimiento, a veces vacío. No digo que haya sido un error emprender esta aventura; al principio era lo máximo, aquello con lo que había soñado gran parte de mi juventud; pero con el transcurrir del tiempo, se ha ido convirtiendo en una repetición interminable de lo mismo. Digo, que con el tiempo todo se ha vuelto monótono; incluso el cambio tan constante de paisaje. Dejas de disfrutar o de tratar de atesorar cualquier momento, por estar pendiente del siguiente paso. Por lo menos no fue así como lo imaginé en un principio.
Martes 17
Es como si huyéramos de algo a todo momento, como si permanecer quietos significara la muerte. En todo lugar conocemos personas espontáneamente iguales, con las mismas ideas, con los mismos ires y venires, con la misma manera de pensar, parecer o ser. Y se vive de las vivencias de otros, y se siente la vida propia en el futuro.
Viernes 20
Siento que cada vez estoy más lejos de mí, que sin importar lo hermoso, paradisiaco, extraño o recóndito que sea el lugar, no puedo llamar hogar a ninguno. También tengo que aceptar, que aquel del cual partí, tampoco puede llevar ese rótulo o etiqueta. Al mismo tiempo, no puedo dejar de pensar en estar errada, en que este tipo de pensamientos los genera el estar frenada hace tres meses en éste mismo lugar; que quizás ese inconveniente y todo lo que conlleva me tiene pensando de esta manera, contrariamente a la cual con la que partí. Tal vez, ese constante movimiento no dejaba aflorar esta nueva forma de ver las cosas.
Domingo 22
Todo es lo mismo, el mundo esta cortado por la misma tijera.
Miércoles 25
Pensando un poco más a fondo todo esto, he llegado a la idea de que viajar de esta manera tan desenfrenada, me ha evitado encontrar respuesta alguna a las dudas que me asaltan. No soy tonta, sé que nunca llegaré a resolverlas todas, porque es imposible, porque no hay manera, porque no hay tiempo suficiente. Es preferible ahogarse entre las dudas a una tranquilidad fofa y llena de superficie. ¡Claro! Ha servido para saber de muchas cosas que de otra manera sería imposible; pero todo se reduce a lugares y a maneras de pensar, ver y vivir el mundo.
Jueves 26
Creo que el verdadero viaje es hacia al interior de uno mismo, que no hay que correr hasta la Patagonia o hasta el sitio más recóndito de Nueva Zelanda, para vérselas con-sí-mismo. Porque es lo que de verdad importa, de qué me sirve continuar así, a la deriva por el mundo; cuando no soy más que una extraña para mi misma; sin tener o saber de esa razón que impulsa el latir de mi corazón; tanteando por tanto tiempo el mundo, a la espera de obtener algo más que árida arena; evadiendo todo aquello que pueda repercutir de mis elucubraciones. No tiene ningún sentido acarrear la vida sobre el pavimento, los zapatos y la mochila; cuando no se esta seguro en verdad qué es lo que se busca. Las sombras siempre estarán allí, por más que me mueva, siempre será lo primero que inconscientemente empacaré.
Sábado 28
No puedo seguir pretendiendo saltar de lugares como si fueran canales de televisión. Porque entonces va a llegar el momento cuando todo simplemente se hace aburrido. Estoy segura de haber llegado a ese momento.
Martes 31
He empezado a notar que él sabe de mi apatía por esta situación. Desde que el mecánico del pueblo le dijo que tenía más arreglo el mundo, que el cacharro en el que viajamos, no ha dejado piedra sin revisar para emprender de nuevo el camino.
Jueves 09
No ha entendido las razones o las sinrazones que he tratado de explicarle, el motivo de mis pensamientos, la nueva manera como estoy sintiendo. Ha hablado de regresar a lo cual me negué rotundamente. Ha hablado de continuar, a lo cual no pude responder, más que ya no quería continuar. Por supuesto, no ha entendido nada. Igual que yo.
Martes 14
Hace un par de días me ha dejado en claro, de que apenas encuentre la manera para continuar. Lo hará, conmigo o sin mí. No le tengo miedo a esa amenaza de abandono, aunque lo quiero y con él he vivido estos últimos años; no puedo pensar ni por un minuto retenerlo.
Jueves 8
Al fin, encontró un grupo de viajeros con los que pudo continuar. Desde eso han transcurrido seis meses, la despedida no fue para nada melodramática, ya que en el fondo, ambos continuamos en el mismo viaje. He decidido entrar de nuevo en movimiento; pero esta vez a mi manera y a mi tiempo. Buscando algo más que lugares y personas; tratando de ver más que paisajes y formas. Es tiempo de emprender el viaje de la vida, para que el avance sea más fructífero al interior.
LO MISMO EN LO MISMO Y LO OTRO (RH)
Los días van pasando en turbio torbellino de horas marchitas que atrapan mi ser diurno y también nocturno. Diurno y nocturno soy el mismo, el mismo silencio, la misma angustia, la misma sombra de mi sombra, el mismo moverse y hablar sin razón alguna, el mismo rostro envejeciendo ante el espejo. Soy el mismo de día y de noche, lo que es diferente es lo OTRO, lo de afuera, lo que me rodea y envuelve en sus olores y hedores; sonidos y ruidos: el Mundo. Éste es el que cambia, éste es otro a la luz y en la oscuridad otro muy diferente. Y en ese Mundo, en ese doble Mundo, en esa inmensa y circular falsedad, viviendo y muriendo a la vez falsamente, Yo. Y ¿quién soy yo? No sé. Solo sé que he visto caer veintitrés veces el mismo calendario con los mismos días directamente a la basura.
SERPIENTE XI
¿Qué es lo que me diferencia a mí de los humanos?, me preguntas. Está bien, te lo diré.
A mí “Él” me condenó a vivir arrastrado en contra de mi voluntad y por culpa de una de sus seguidoras de caer en tentación. En cambio ellos viven a rastras tras su presencia, gozando y encontrando placer en esto, creyendo que ese tipo de vida los llevará a la eternidad.
VIGILIA (hnz51)
La sonrisa
Que busco en tu rostro
Desaparece en la pared
Alta y negra
De la realidad
El brillo
Que creo ver en tus ojos
Se desvanece lentamente
En el carbón de mis pupilas
Gritos de amor
El corazón salvajemente
Pugna en su miserable suerte
Por salir de este estupor
Solo de pie
En esta esquina
Del otro lado
La ausencia de tu silueta
Aplasto otro cigarrillo
Contra la acera
De este lado
De tibia y amarga luz
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