Y EL SIGUIENTE PROGRAMA ES... (Psyquest)
¿Qué pasó? ¿Por qué mi T.V. y las lámparas se han apagado? De repente todo se ha puesto oscuro. Y ahora… ¿qué me pongo a hacer? ¡Oh! ¡Silencio todos! Escuché algo. Creo… creo que hay alguien aquí… aquí en mi casa. Me asomaré a la siguiente habitación. Tendré que gatear para no hacer ruido. ¡Dios mío! Sí, sí, veo a alguien, o algo. ¿Qué rayos es esa cosa? Parece que viste de una forma extraña, toda estrafalaria. Muy colorida. Sí, sí. Y cambia… cambia constantemente de siluetas, colores y tamaños, acompañada de un aura de palabras e imágenes. Esa cosa me asusta. ¿Quién rayos será? Aquí no viene nadie. Yo, Don Perdición, vivo solo, no vivo con nadie más que mi T.V. Este ser habla sin cesar un lenguaje extraño. Siento curiosidad por saber qué hace y de qué habla. Pero no lo sé, me da miedo. ¡Rayos! Este ser ya me está haciendo algo, siento que mi cabeza ya está dando vueltas. No sé qué hacer. Si me quedo aquí, quieto, dejando que ella se quede ahí temo que me dominará, me llevará a lugares desconocidos y me enseñará a hacer cosas peligrosas. ¡Demonios! Siento que me roba energía, como si necesitará de mi atención, mi curiosidad y mi tiempo para poder sobrevivir. Si esto continúa, ¿qué hará con mis fuerzas? Oh sí, ya sé. Me hará… me hará… ¡oh no! Eso, lo que dicen en las noticias. ¡Me hará salir de mi hogar y explorar el mundo! ¡Y luego me hará pensar y criticar!, ¡y luego crear e innovar! Debo apurarme, porque eso es muy malo. Oh, por supuesto. Ya empiezo a recordar. Poder ver esa cosa hace parte de los síntomas de un virus, de esos tan malignos que rondan por ahí, que está atacando nuestro pueblo. Ahora estamos en alerta amarilla.
Así me lo advirtió un agente del gobierno que tocó a mi puerta hace poco y me dejó un papel. ¿En dónde dejé ese pinche papel, carajo? Siento que se me agotan las energías. Ya vi el papel. Creo tener las suficientes fuerzas para llegar hasta aquel chifonier y recogerlo. Está bien, tranquilo, estoy tranquilo. Ya lo tengo en mis manos. Todo irá bien. Bueno, bueno. Qué dice. A ver. Pasos para liberarse del peligroso virus que azota a Villa Perdición. Primero: Active la planta de energía provisional de su hogar. Segundo: busqué el control remoto de su T.V. Tercero: siéntese cómodo. Cuarto: enciéndalo y sintonice el canal con más magazines, concursos, reality shows, novelas y secciones de entretenimiento que encuentre. Quinto: ya ha contenido el virus. Sexto: deje de leer libros, escribir y hacer artesanías en casa, deje de abrir su ventana y mirar al horizonte, eso alimenta los síntomas y lo expone a usted al peligro. Ahora, no se exponga más. Disfrute el programa y siéntase feliz. Es uno de los nuestros de nuevo y no correrá ahora peligro.
Y así fue como llegó ahí, castigada a nunca volver a salir. Ella, achicopalada, impotente y marchita, está condenada a vivir como convicta en el rincón más oscuro de su cabeza. Es triste, muy triste. Desde aquel día ella no ha podido hacer lo que mejor sabe hacer: arrastrar consigo al cerebro de Don Perdición para ejercitarlo en el país de los vivos. Ella vive esperando de nuevo un apagón de luz. Mientras que ahora mismo esto no suceda, muy pronto tendremos que decir: “Aquí yace la imaginación de Don Perdición”.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada
(
Atom
)
No hay comentarios. :
Publicar un comentario